Aunque hay que destacar que las personas con discapacidad intelectual no son “enfermos”, lo cierto es que muchas de ellas necesitan una atención de salud más frecuente e intensa que el resto de la población, presentan necesidades más específicas como ayudas técnicas y material ortoprotésico, y en algunos casos tienen mayor riesgo de padecer ciertas patologías. Así mismo, algunas personas con discapacidad intelectual, como son aquellas que presentan mayor necesidad de apoyo, conductas opositoras y/o dificultades en la comunicación, requieren una atención más específica y una respuesta más intensa para abordar situaciones, en ocasiones muy complejas, que atajen la situación de desventaja con la que parten. La asistencia sanitaria es un derecho fundamental de todos los ciudadanos y su objetivo es recuperar a las personas de modo que puedan desarrollar sus proyectos de vida de la mejor manera posible. Los hospitales y centros de salud pueden suponer, en ocasiones, entornos con diversas dificultades de accesibilidad para personas con discapacidad intelectual. En este contexto, desde el 2016 el Hospital Rio Hortega de Valladolid, en colaboración con Fundación personas y la Asociación de Autismo, ha puesto en marcha el Programa ASI (Asistencia Sanitaria Integral), como proyecto piloto para la mejora de la atención sanitaria de pacientes con discapacidad intelectual y TEA (trastorno del espectro del autismo). Desde finales del 2018 y dados los buenos resultados recogidos, se pone en marcha el pilotaje en el Hospital Clínico Universitario y los centros de salud de su área de influencia, esperando que pronto se consolide como programa de atención y se amplié al resto de población al que va dirigido. Imagen Logo programa ASI:

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